Medellín, Juegos de las escondidas

Por estos días en Medellín se están ultimando los detalles para el evento deportivo suramericano del año, donde nuestra ciudad es la anfitriona y quien tendrá los ojos de todo el continente sobre ella.
Hasta ahí todo muy bien, pero en la situación que estamos viviendo en la ciudad, tal vez se puede ver y notar un show montado simplemente para mostrar la “cara bonita” de nosotros como urbe.
No más anteayer sale la estadística de que los homicidios bajaron a más de la mitad en febrero, respecto de los 188 muertos que hubo en enero de éste año que va en curso. Pero ¿qué tan cierto es esto?, realmente no se, porque pese a la tregua que se dieron entre las bandas, los asesinatos siguen ocurriendo, o bueno, no asesinatos, pero si desapariciones. Pero, cuantos de los que viven en Medellín, como yo, no estarán deseando, como yo, que no se acaben los juegos, para ver si pueden sobrevivir más tiempo, como para contarle a sus nietos que vivieron un gran evento deportivo en Colombia, porque hay algo claro, la violencia en la ciudad está “parada” por esto de los juegos (secreto a voces), pero apenas se acaben, no demorarán en volver a subir los índices de asesinatos de la que fue considerada la octava ciudad más violenta del mundo.

Además de esto, hemos sido victimas como jóvenes de la ciudad de atropellos por parte de la fuerza publica o al menos así me he sentido yo, un fiel visitante del Parque de El Poblado, quien hace quince días tuve que tolerar a los policías con subametralladoras de asalto apuntando y requisando a cuanto hombre estuviera en el parque departiendo con sus amigos, como era costumbre. ¿Es esto justo?, realmente no se donde viene a juzgar la justicia, porque una cosa es que requisen a dos o tres como sospechosos, pero eramos sospechosos unos 400 jovenes que concurríamos esa noche en el lugar sin contar también con el desalojo del que fuimos testigos a la una de la madrugada, cuando generalmente es una hora más tarde, además de la actitud retadora de los personajes que nos desalojaron quienes como ya dije antes, llevaban armas que de largo les llegaban del cuello a los tobillos mas o menos un metro cincuenta centímetros.
Pero no siendo esto bastante, el pasado sábado nos disponíamos a sentarnos en el mismo lugar que ya nos caracteriza en el parque de El Poblado, cuando a uno de mis amigos le vieron la botella de vino y una cerveza en la mano y se nos acercaron, esta vez si fue de la manera más respetuosa, para decirnos que estaba prohibido ingerir alcohol en dicho parque, cosa extraña, pues nosotros llevamos cerca de cuatro años frecuentando cada ocho días el sitio a tomarnos unas cuantas cervezas. ¿y eso en que me afecta si no tomo?, pues a mi no me afecta en nada, pero a mis amigos si, porque nos tocó irnos del parque para un sitio que tal vez nunca había sido nuestro sitio de encuentro y pese a que la pasamos igual de bien, nos pareció rarísimo que una ley establecida desde 2005 apenas hoy, cinco años después se esté poniendo en marcha, además, me pareció que lo único que querían era que nos fueramos del parque los que siempre lo frecuentamos, porque según la policía somos diferentes, pero cuando llegaron unos holandeses y unos estadounidenses, la misma noche a ingerir alcohol, para ellos no había ley.
Además de eso, el parqueadero de motos que es una esquina donde generalmente se parquean todos, desde los taxis del acopio, siguiendo por carros particulares y cerrando con las motos, fue de un momento a otro, vaciada por los agentes de transito que se llevaron alrededor, digo yo, de cuarenta motos que estaban en esa esquina como comúnmente pasa.
Y tal vez esto sea una queja que nadie lea, nadie le preste atención, pero me parece más que intentos de seguridad son patadas de ahogado y justificaciones injustificables para escondernos, porque por lo visto ese lema de “los juegos son de todos” se cumple muy bien, porque van a ser de todos los extranjeros que vengan, porque a éste ritmo, si nos someten a escondernos, en Medellín para los sudamericanos va a haber gente de todos lados menos de Medellín.

6 comentarios

  1. Que interesante que haya alguien a quién todavía le guste escribir éste tipo de cosas y más sin miedo a decir la verdad, hacer algo distinto y no adornar los escritos con “verborragía cursi y necia”. Hace falta éste tipo de crítica, ver y entender la vida desde otro punto de vista. Excelente blog, llegué por accidente, pero ahora será una visita frecuente.

  2. Estoy de acuerdo. No me parece correcto que se tomen decisiones sólo cuando suceden este tipo de eventos. Me encanta que vengan los turistas a conocer nuestro país, pero si le pusieran el mismo empeño a la seguridad propia tal vez no pasaríamos tanta violencia como vimos algunos meses. Sigan difundiendo este tipo de comentarios para concienciar a la gente.

  3. hola k juegos mas bnos fueron super y k mascota mas linda y cariñosa yel juego k mas me emociono fue la natacion todos estuvieron super pero el k mas me gusto fue ese.
    estubo muy interesante todo

  4. Tenes razón Juanse, aunque para mi fue una oportunidad muy buena para disfrutar de algo diferente y entretenerme bastante, hubo mucho maquillaje en Medellín para aparentar un “paraiso” que finalmente terminaría en la misma historia de todas las noches en los barrios populares… Muertes, restricciones y enfrentamientos bandalicos…

    Un abrazo!!!

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