Eran las once de la noche, sentado en el mismo parque, en la misma escala, sonreí, decidí comprarme algo de tomar y caminé al bar donde compro siempre, una malta que me calmaría la sed, asi como a muchos lo hace una cerveza. En el camino, una sonrisa iluminaba mi caminar, una sonrisa acompañada de un amigo con la cabeza ya perdida por el licor, una sonrisa, un cabello castaño cubierto por un chuyo, un gris, pero muy bien tejido chuyo.
-Parce, mirá te presento. Uvita, él es JuanSe, parce, ella es Uvita, yo a este chico lo admiro, porque no toma, no fuma y parcha en todos lados con nosotros- fue el preámbulo que me hizo el amigo que se encontraba con ella.
-Mucho gusto- dijo ella.
-Mucho gusto- respondí yo.
-¿Qué haces?- preguntó.
-Escribo, mucho, voy a conciertos.
La Noche estaba tornada por una monotonía y un aburrimiento el cual cuando se empezó a dar la conversación con ella pasó a convertirse en interés, un interés extraño, pues la conversación con ella, no era tan intima, de hecho, la conversación con ella tenía que ser compartida con la conversación con la chica y el chico que la acompañaban.
Hablé sobre mí, sobre mi diario, lo que hacía, todo eso que me preguntaban, ella sonreía con una que otra ocurrencia, tal vez los demás también, pero sin pensar, solo su cara, su cabello envuelto en el chuyo y sus ojos, cafés ojos eran lo que importaban en ese momento.
“No cambiaría un pedazo de carne por un plato de lentejas”, ella sonrió al escuchar esa frase y nuestros puños se encontraron en el aire. Ambos sonreíamos y las miradas se chocaban con picardía.
Le pedí que caminara conmigo un rato, mientras nos tomábamos una malta, ella accedió, su chuyo me gustaba mucho, no se, tal vez no tanto como verla sonreír, pero me gustaba. La miré a los ojos.
-¿Qué te gusta hacer?- le pregunté.
-Me gusta actuar y cocinar.
-Excelente, ¿y el cine?
-Me encanta, pero sobre todo las películas de la India.
-Esas películas son muy chéveres.
Caminamos, en círculos, yo la miraba, ella también, nuestras miradas seguían chocando, mis ojos brillaban de alegría, tal vez ella lo notó, pero hizo como si nada, sus ojos brillaban también, pero yo no dije nada tampoco.
-¿Cuando me vas a escribir algo?- me preguntó.
-No se, apenas te conozco.
La noche se convirtió en madrugada, sonrisas siguieron adornándonos, nos mirábamos con picardía, los demás sonreían también, pero estábamos en nuestro mundo.
Al partir saqué un papel de mi bolso, le dejé mi número de celular y le escribí una frase. “ponte tu vestuario y sé mi actriz, yo escribiré el mejor papel para ti, no uses rubor, no hagas nada de eso, que yo te ruborizaré con mis versos”
Ella tomó el chuyo me lo entregó y me dijo que lo guardara para que me acordara de ella y durmiera tranquilo. Que así podría soñarla.
aaaa que bonito Juanse… Sobre todo la frase escrita en el papelito!!!… :DUn abrazo!
Me alegra que esas cosas pasen todavía y que nunca dejen de pasar!:)
Aii Q BellezA Lo mas Bello!! Wiiii! Mera Ternura De escrito!! Felicidades Ah nUnk habia Leido Tus Notas a De lo q Me pierdo!! =] Felicidades!!!TezO!♥ Eso Es Real?
como me gustas estas historias tuyas, me hace recordar momentos,esos felices despreocupados momentos. Tu me los haces vivir, gracias.Besos querido Juanse.
ta divina la historia!!! … 😉 ….. Un Abrazo .. (*) ….
Me encantó esta historia!Saludos!
Hermoso; muy bonito…Unas muy buenas palabras para lograr que por un momento uno se pierda imaginàndose ese momento en el que esta JuanSe con la Chicha del Chuyo, mezclando sus universos.Hermoso!Ademàs porque sabemos que muchas veces esa situaciòn nos ha pasado, y nos hemos convertido en La chica del chuyo o en el JuanSe que invita a tomar malta( Jaja)Lo felicito, en verdad.Muy bonito.
Y Uvita siempre vuelve,como Lila…Y está en tus sueños?Hermoso relato,Juanse!Mil besos!
Que lindo Juanse, se mezcla la suave interpretación de un amor fugaz, pero del mismo modo se profundiza un comienzo que da para imaginar.Se montan las voces de terceros, te elevan para concordar con la dulzura de su mirada… para que juntos planifiquen un nuevo amanecer.Un abrazo.
Uvita siempre vuelve; es le verdadero amor que siempre esta en tu mente no importa en el tiempo.Es sublime JuanseUn abrazoCamila R.
que lindooooouuuuuuuuu!!!!!!!!!!, me enconato, JuAnse no dejes de escribir por q`cada vez lo haces mejor por que cada ves tus oraciones y tus versos van cobrabdo mas fuerza, mas amor, mas emocion… en fin…,te felicito y contunua con lo estas haciendo …….ChAuuuuUUUUU…….un piko un abrazo y se kuida. De: Tati DuQue
Qué genial Juanse, una vez más.Cuando dos amores se entrelazan y se homogenizan, cuando las palabras fluyen y el sudor no cicatriza. Cuando los versos son la alfombra y los platos de cena son la luna, y el mismo sol los brazos que la toman…Genial tu narración, siempre lo digo, y lo volveré a decir..Cuídate.
Hey Juanse…cada vez te pasás de calidoso…hey, bacano, las experiencias son la mejor fuente de inspiración en esos momentos en que no hay más sobre qué escribir.Un abrazo, felicitaciones.
Aah, cuando dos personas están en la misma sintonía, qué genial, y qué bien lo has plasmado! ¿Te lo había dicho? Me encantan tus finales!!Un saludo!!!!!
No sabía lo que era un chuyo…ahora nunca lo olvidaré…porque este relato lo dejó fijado en mi mente.Buenísimo!!!Un abrazo.
Un escrito que refleja sinceridad.. así sea sinceridad ficticia 😀 … Felicidades parce!