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Primer escalón.
Llegó a casa, su padre la esperaba, el día había sido pésimo en el trabajo, el único consuelo, desquitarse con la hija. Asi lo hizo, buscó ponerle problema por alguna situación insignificante y lo encontró. La golpeó con lo primero que encontró y asi hasta calmar su rabia. La cara de ella sangraba, la nariz estaba manchada de rojo en uno de sus orificios y el labio inferior y uno de los ojos ya mostraban hinchazón.
Segundo escalón.
Su hermano llegó a casa, la novia lo había dejado y había perdido el examen final de geometría, como era costumbre fue al cuarto de ella y la encontró llorando. Le preguntó que le pasaba y como no halló respuesta le dio un golpe en la cabeza. Ella se cubrió, pero él, que cargaba tanta rabia en su interior la siguió golpeando hasta el cansancio. Ella lloraba.
Tercer escalón.
Mamá, la única que muchas veces la comprendía, llegó a casa, esperando que ella hubiese hecho la comida para todos, pero por estar curándose las heridas que le causaron hoy su padre y su hermano, no lo pudo hacer. El enojo se le subió a la cabeza a mamá, quien venía del centro de la ciudad, cargada del calor y el sudor y la polución, lo que la hizo optar por la violencia para dirigirse a su hija. Con la correa en la mano, le empezó a pegar por todo el cuerpo, hasta que al final, comprendió por qué no la había atendido y se fue a llorar la rabia a su habitación.
Cuarto escalón.
Este era el pan de cada día para ella, quien se sentía un angel, de esos que han sido enviados al mundo para salvar almas, para salvar a alguien y que a cambio solo reciben maltrato de todo el mundo. En este caso de su familia, donde entre su padre, su hermano mayor y su madre, se encargan de hacerla un manojo de golpes y que siempre la amenazan con matarla si le llega a contar a alguien el por qué de sus moretones.
Quinto escalón.
Sube a la azotea, es un ángel, solo le queda volar. Tal vez así pueda demostrar cuan santa es, cual es su misión, a su familia. Da uno, dos, tres pasos, está en el borde de la terraza, son cuatro pisos de ahi hasta abajo. Es realmente bajo para demostrar que puede volar con las alas que le ofreció su creador en el cielo.
El Vacío.
Se lanzó, con los ojos cerrados, el suelo llegó rápido, las alas nunca se abrieron. Tampoco pudo convertirse en un ángel de esos en los que se convierten las almas cuando abandonan su cuerpo. Quiso ser ángel y no pudo volver a caminar. Fue encontrada y llevada al hospital. Hoy su padre, su madre y su hermano, la miran en la cama, la siguen golpeando, ahora ni siquiera es capaz de llorar. Tal vez ahora si es un ángel, un ángel sin lágrimas, sin alas, un ángel que no puede caminar, un ángel que soporta todo el dolor que le quieren dar.
Basado en esta canción: Vortice – Attaque 77
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