Todo se había preparado muy bien, la finca esperaba por nosotros, con una piscina azulísima, unos campos verdes donde acostarse a ver las estrellas y otras cosas más que nos harían disfrutar mucho de la estancia en aquel sitio.
La finca era de Frank, él se había comprometido con sus padres a que sería un plan tranquilo, con poco licor, un asado, tal vez lo que necesitábamos era esparcirnos, relajarnos, salir de ese tedio que nos trae la ciudad.
Éramos nueve, cuatro hombres, cuatro mujeres y yo, los chicos habían llevado sus novias, era una especie de luna de miel, ya todos llevaban mas de 1 año con ellas, yo iba solo como era costumbre en cada plan, no tenía a quien querer, no tenía quien me quisiera y realmente no soy de los que aspira tener una luna de miel con cualquiera. Realmente tampoco creo que alguien fuese capaz de estar conmigo.
La finca era espectacular. Nos divertimos mucho la tarde que llegamos, tomamos unos cuantos tragos, asamos un poco de carne, igual íbamos a estar otros dos días allá, entonces no podíamos asarla toda en un mismo momento.
Llegó la noche, hablábamos mucho, un poco de esto, un poco de aquello, la vida ya nos había hecho los mejores amigos, llevábamos casi 5 años saliendo juntos todos, muchas veces nuestras conversaciones iban cayendo siempre a la burla, a las risas.
Cuando ya empezó a entrar el sueño, decidimos irnos a dormir, la casa tenía seis habitaciones, las suficientes como para que todos durmiéramos en habitaciones separadas.
Me despedí de todos y me metí en mi habitación, me cambié la ropa y me acosté en la cama, saqué el libro que siempre tengo que utilizar como mecanismo para dormir. Todo iba normal hasta que de pronto, empecé a oír gemidos, esto fue algo demasiado extraño para mi, porque eran varios los gemidos que me rodeaban y lo mas extraño aun fue que esos gemidos me excitaban, sentí como mi cuerpo empezó a sentir esas sensaciones que trae consigo la excitación, mi piel se erizaba, la respiración se me empezó a acelerar y en un momento ya estaba desnudo, disfrutando de los gemidos a través del onanismo, mi única fuente de desahogo desde hace ya varios años, tal vez el único contacto con el sexo que yo podía tener.
Luego de un rato, los gemidos se fueron acrecentando, mi velocidad también, el cuerpo se me tensó y acabé, cuando esto ocurrió, me vestí nuevamente, tomé mi libro, me recosté nuevamente en la cama y me quedé dormido.
Jajajaja!!!JuanSe!El mejor que he leído! Te lo juro!(¿Será que tengo problemas mentales? jajaa)Está super chévere!:)¡Te Quiero!
Esta muy chimba parce, pero que triste que al man le toco solo jaja pense que iba a llegar una nena pero buenoo !! jajaja excelente! XISCO…
Dijo Wooddy Allen:»masturbarse es hacer el amor con la persona que uno más ama, o sea, uno mismo.»Pero…y la soledad?Yo siempre con mis preguntas…Muy bueno Juanse!
ps no..solo digo una cosa..te hubieras sentado encima de tu mano mientras leias antes de pa que no sintieras que eras vos mismo… jajaja
hola pasaba a dejarte un saludito, y decirte que tenes unos escritos geniales, el de las lagrimas como lluvia wooooowwwwwww…..en fin me gusta mucho como escribes….ahhhhhhh y gracias por pasarte por mi blog…
jajajajaj Super caja!!!Excelente vos sabes que me gusta mucho como escribis!!!Pero lo vacano es que fue algo distinto y muy charro!!!Felicitaciones!!!
Placeres indescriptibles, placer por y para uno mismo, a tu gusto y «made in casa»… qué mejor?Besos y sonrisas,Florcita.