Me gusta

Hay un problema moderno
que nos llena de preguntas
¿Por qué hay gente que se enoja
cuando no hundimos “Me gusta”?

A Juan le pasó una vez
estudiaba en Australia
y un día después de clase
en su muro vio un mensaje

Era de su novia, Clara,
que decía “Te amo, te extraño”
y Juan muy enternecido
la llamó para aceptarlo.

Yo también te amo y te extraño
en mi vida sos lo mejor
y no veo la hora ni el día
le dijo Juan con pasión.

¿Por qué no le das “Me gusta”?
Clarita le preguntó,
o ¿es que te da miedo y pena
que sepan de vos y yo?

Juan no entendía por qué
ella hacía ese reclamo
si a su consideración
es mejor una llamada

que un virtual “Te amo, te extraño”

Clara colgó ofuscada
no quería saber más
era el colmo lo que esta noche
le estaba haciendo Juan.

El “Me gusta” ha cambiado
la manera de pensar
hoy con él logras amores,
odios, líos y demás.

También este botoncito
ha enseñado a mendigar
que hoy no es cuestión aberrante
lo hacés para ganar.

Desde la chica de Armani
hasta el muchacho de Vans
todos te piden a gritos
un “me gusta” por el chat.

Y cuando te ven en la calle
con el carro que ganaron,
no se acuerdan del favor
que de rodillas clamaron.

Aunque todo esté cambiando
y el “Me gusta” va triunfando
nunca lograrán cambiar
lo que se siente escucharlo

De la boca de quien quieres,
no del click de un extraño
es mejor sentir un gusto
que verlo en pantalla pintado.

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