Nota: «El tiempo que nos queda» es el nuevo disco de Ícaro, la banda de rock que tienen mis amigos y para el cual me pidieron que les escribiera un cuento. Les hice cinco para que escogieran. Al final, decidieron juntar partes de cada uno y hacer un texto nuevo. Yo les voy a mostrar cada uno de los cinco, en varias entregas.
Arte: Victor
Acá estoy, con el arma que me ha servido de compañía durante los últimos siete años; tiempo en el que sólo nos hemos asesinado para poder comer y nos robamos para poder vivir. Todo lo que tú compras yo lo consigo con simplemente arrinconarte, en eso consiste hoy la vida. Si, soy un delincuente, como tú, como cualquiera de tu familia. El futuro nos empujó a ello, nosotros nos empujamos a ello.
Construimos de todo y destruimos lo más importante: nuestro interior, nuestra naturaleza. Hoy no podemos concebir salir a la calle sin protección, el que lo haga, lentamente verá cómo su piel se va deshaciendo por la radioactividad, los árboles son sólo hologramas que la mente de los más viejos se encargan de recrear; los animales, los pocos animales que quedan, son malos clones que hacemos para podernos divertir: si, los encerramos y apostamos cuál sale vivo del lugar donde están encerrados, ¡si se depredan, el show es mejor!
Escribo estas líneas en el año 2035 porque espero que las leas, espero llegar a tu cabeza y que entiendas que acá estoy con mi arma, la que me ha servido de compañía durante los últimos siete años, esperando por ti, esperando a que no realices ningún cambio en ti para que llegues a convertirte en lo que soy yo. Estoy esperándote, poniéndote a prueba, queriendo que te des cuenta que el tiempo que nos queda para reaccionar es poco y si no te das cuenta, en el futuro, mi presente, nos podemos encontrar y creo que eso no lo quieres (te aseguro que seré el primero en dispararte).
¡Estás advertido!
