El Mejor Concierto

a Angelica, Por el Reto

Foto: http://www.flickr.com/photos/playloren/

Ese día tocaba Bouncing Souls, una de las bandas más representativas para mí dentro del punk rock. Llegué tranquila, con mi cámara en el bolsillo y la boleta en la mano, a la entrada saludé a la banda telonera que era de mi ciudad y amigos míos, exceptuando por uno, que era el nuevo integrante, quien a primera vista me pareció demasiado sexy.

-Te voy a presentar a Angélica- dijo el vocalista.

-Mucho gusto, Leonardo- dijo.

-Angélica- dije yo.

Hasta ahí llegó el contacto que tuvimos, cuando estuvo en tarima no pude dejar de mirarlo, su camisa no estaba y un par de estrellas a la altura de la ingle asomaban haciéndome desearlo más. Mi cámara, que para la época tenía una memoria a la cual le cabían nada más cincuenta fotos, estaba repleta de capturas de él, cuando la había reservado y llevado especialmente para la banda originaria de Nueva Jersey.

Cuando terminó el concierto de su banda, Leonardo bajó del escenario, inmediatamente fue a buscarme; con una sonrisa y un beso, sin importar cuan sudados estábamos, me habló, me sacó del recinto y me invitó a tomar algo.

-Mira, me tengo que cambiar, ¿me acompañas a mi casa que es aquí a pocas cuadras o hablamos ahora más tarde?- me dijo.

-Pues vamos, las bandas que siguen no me gustan casi, yo vine a verlos a ustedes y a Bouncing Souls.

Llegamos a su apartamento, me invitó a que encendiera el Xbox, mientras él se bañaba, yo accedí, además me puso la nevera a mi disposición.

Jugué un rato, él se bañó y salió sin camisa con unos pantalones cortos y se sentó a mi lado, su olor me derritió totalmente, solté el control y antes de que él mediara palabra lo besé, él ocupó sus manos en mi camisa y la sacó suavemente, también mi sostén. Yo continué besándolo suavemente, pero él se detuvo, lo miré y lo encontré sonriente frente a mí. Me besó el cuello y empezó a bajar poco a poco, mis poros empezaron a emerger y a mostrar mi éxtasis, cuando llegó a mis senos, se detuvo respirando en la aureola y luego de que mi espalda al arquearse le mostrara lo que sentía, procedió a que su lengua jugueteara con mis pezones. Gemí, sin cesar gemí y él más rápido lo hacía. Siguió bajando con su boca, sus manos que me estaban recorriendo poco a poco los contornos del cuerpo, empezaron a desabrochar mi pantalón. Me lo quitó y me dejó en tanga, sus labios siguieron bajando, su lengua seguía mojando y entre mis piernas la tanga también estaba mojada, algo que tal vez jamás había experimentado. Me tomó en sus brazos, liberó la tanga y con su lengua se encargó de mi sexo, despacio empezó moviendo la lengua, luego introdujo un par de dedos y movió cada vez más rápido su boca. Mi éxtasis y excitación fueron totalmente uniéndose para generarme el más grande placer que pude sentir. Mis gemidos se agudizaron, él siguió con lo suyo y mientras se me hacía incontrolable, él sonreía pero sin detenerse. Mi espalda se arqueó mis piernas se tensionaron y ahí cuando él aceleró más, sentí el placer más grande de mi vida.

Yo procedí a quitarle el pantalón, me acerqué a su miembro y procedí a hacerle algo que nunca pensé que haría. Pero él no quería eso, bajó sus pantalones y me acostó nuevamente en el sofá, donde había ocurrido todo lo anterior.

Con delicadeza abrió mis piernas y penetró lo que tal vez hace unas horas para él, era impenetrable, mi gemido lo aturdió, era la primera vez que alguien lo hacía, pero la delicadeza que él dedicó al acto, hizo que no sintiera el dolor que antes me habían descrito, simplemente, sentí su olor, su sudor, lo sentí a él adentro mío, lo miré, le sonreí, lo besé, lo hice mío, mis orgasmos fueron varios, algo que no esperé que fueran en mi primera vez, cambiamos de posición varias veces y luego de que todo estuviera tranquilo y hubiéramos terminado, vimos que el concierto también.