Llegó a mi apartamento, sin avisar ya, porque tenía llaves y el portero la conocía, pues llevaba cerca de dos años viniendo seguido, casi a diario, a visitarme, a darme sorpresas o simplemente a dejar un poco de su ropa, que iba mudando poco a poco. La miré a los ojos, los traía ahogados por las lágrimas, sus sollozos mostraban una gran tristeza, se me acercó, me abrazó y me dijo lo que ya hacía tiempos me decía, para mis padres soy solo una decepción, no soy nada para nadie.
A mi la rabia que me producía escuchar ésa frase de sus labios, me hacía subir cada vez más de tono, además que era algo que me iba cansando cada vez más, pues en los dos años que llevabamos juntos, uno y medio se lo había gastado en repetir la misma situación, la misma frase. La tomé por el escapulario que siempre llevaba, la acerqué a mi, sonrió, le gustaba ser dominada y pensó que iba a ser como ese antidoto para su tristeza, una buena tarde de sexo. Pero no, poco a poco fui enrollando el crucifijo que se posó en mis dedos, hasta que llegué a poner mi mano sobre su cuello, al ritmo que las bolitas dejaron de serlo y el cristo llegó a tocarme la mano pidiendo ser soltado. Ella se arqueaba, como si fuera a vomitar, el aire se le cortaba, yo traté de que fuera rápido, pero el crucifijo no resistió más y se reventó.
Ella llorando me pedía una explicación, no le dije nada, me senté a su lado, la abracé como era costumbre, haciendole fuerza en las costillas, para que sintiera el brazo que la protegía. Sonrió, me miró y me dijo, que era cierto que no era para nadie. Esa frase no la soportaba, asi que la tomé en mis brazos y le dije que le demostraría entonces que no era nada para nadie.
Asustada, pues nunca me había visto así, me golpeó el pecho, pero no fue capaz de hacerme desistir de lo que iba a hacer, tomé el formol que acostumbraba guardar en la mesita de noche, remojé un pañuelo y lo puse con fuerza en su naríz hasta que quedó dormida.
Tomé los cordones de mis tennis, la desnudé, la amarré a la cama y busqué unas agujas para ver que se me ocurría. Cuando ella despertó, se vio cubierta de cientas, no podía moverse.
-¿Por qué lo haces?- preguntó.
-Porque no eres nada para nadie.
Ella lloró, las lagrimas le hicieron arder los parpados que tenían alrededor de veinte agujas cada uno, yo tomé el bisturí que mantengo en mi escritorio, destapé la cajita de sandalo para encender una vara que pudiera solventar el olor a sangre y con la misma hoja, con la que corté la caja, empecé a rasgarle las uñas de los pies para que si se paraba el dolor fuera insoportable, haciendo un corte profundo en el centro de la cuticula. Ella gritó. Lloró e imploró que parara.
Yo la ignoré y empecé a introducir poco a poco las agujas que apenas estaban clavadas superficialmente, ella gritó, su cuerpo completo parecía de otro mundo, sonreí, ella pedía que parara, las agujas siguieron entrando poco a poco, cuando terminé con las de las piernas, empecé con las del torso, que tal vez le dolieron más, sobre todo cuando llegué a sus senos.
-Para por favor- gritó.
No importó, seguí subiendo, cuando empecé a introducir las del cuello, ella se empezó a ahogar, decía que sentía como la atravesaban de un lado a otro, de hecho parece que así fue, porque no fue capaz de volver a pronunciar palabra. Ella ya más calmada desvió su mirada, mis manos estaban casi sobre ella. Seguí introduciendo las de la cara, primero el mentón, luego las mejillas.
-Matame Ya- Gritó como un último ahogo.
Yo sonreí, le cerré los ojos y empecé a presionar las agujas que le adornaban los parpados, la sangre empezó a brotar a borbotones, ella gritaba intensamente. Por miedo a que nos descubrieran, decidí taparla con una almohada, pero ella gritaba cada vez más fuerte, así que hice fuerza, demasiada fuerza, hasta que murió asfixiada.
¡ Jesus ! esas hsitorias tuyas !
y sobre todo esos finales me dan miedo.
jajajaja!
Wow!!!!!!!!! genial…me encantan estas historias….me senti como si estuviera viendo saw o algo asi….genial!!!
… Vos y tus desinfladas al final…ajajaja… Excelente juanse, maravilloso como uno logra meterse en la historia como si uno la estuviera viviendo!!!
Un abrazo!!!