Golpes de pecho
Me senté en el techo nuevamente, mi cuaderno y mi lápiz mordido totalmente me acompañaban, busqué no romper tejas como siempre y me relajé. Busqué en el cielo esa luna que nos unió hacía nada más unas cuantas horas y…
Me senté en el techo nuevamente, mi cuaderno y mi lápiz mordido totalmente me acompañaban, busqué no romper tejas como siempre y me relajé. Busqué en el cielo esa luna que nos unió hacía nada más unas cuantas horas y…