En el Parque.
Llegó al parque a las nueve y media de la noche, mucho antes porque los nervios y la ansiedad lo llevaron allá, compró un coctel para que éste fuese haciéndole tragar todo lo que se revolvía en su garganta y que poco le dejaba musitar palabra; se sentó en una silla y sacó su cuaderno de notas para leer un poco de lo que estaba escribiendo y ver si le podía agregar algo nuevo.
El reloj marcó las diez, levantó la mirada y esperó, mirando en todos los sentidos, buscándola.
Pasaron personas, minutos, canciones, hasta que el celular sonó, un número desconocido y la ilusión de que fuera ella, con mariposas en el estomago contestó.
-¿Aló?-dijo
-¿si?, ¡No!, estás equivocado.
Le ofuscaba siempre que llamaran equivocado, ésta vez le dieron ganas de coger el teléfono y arrojarlo lejos, miró el reloj eran las diez y seis minutos.
Se debió retrasar, un trancón viniendo, pensó.
¿Trancón? A esta hora no hay trancón, ni siquiera hay casi carros en las calles, es sabado y prácticamente nadie sale en ellos, porque van dispuestos a emborracharse.
El celular volvió a sonar, otra vez las mariposas.
-¿Aló?
-Hola, ¿JuanSe?- se escuchó al otro lado.
-Si, con él.
-Estoy en el Parque Gómez ¿Dónde estás vos?
-Estoy en la esquina de Amsterdam Pub.
-Ya sé donde, espérame ahí.
Colgó y caminó hacia donde ella le había dicho.
A lo lejos la observó, lucía hermosa, camiseta a rayas blancas y rosa, un pantalón blanco y unos tennis color rosa, se acercó mientras pensaba, “ella se cambió y yo estoy vestido igual que en la tarde, ¡qué mal anfitrión soy!”
Ella lo vio y sonrió, se acercaron, un beso en la mejilla de él que le hizo erizar la piel.
-Hola, ¿Cómo estás?- le dijo él.
-Muy bien y ¿vos?- respondió ella.
-Excelente, pensé que no ibas a venir.
-Disculpa la demora, pero es que fui a casa a darme un baño y a cambiarme de ropa para poder venir.
-Estás hermosa- le dijo.
-Gracias.
-Realmente apenas te vi me gustaste más, tienes un aire, una sonrisa y algo que me encanta, no se, te veo y me siento tranquilo, en confianza.
-Gracias, vos también me pareces super atractivo, y no se, me generaste tanta confianza y curiosidad por tu figura, por tu manera de acercarte y por la nota, que por eso decidí venir, porque me pareces diferente y quiero conocer un poco, que se esconde en tu interior.
-¿Quieres comer algo?- le dijo él.
-Si.
-Vamos a un sitio que sé que te va a gustar.
-Bueno.
La noche transcurrió, sonreían, se miraban, sentían esa conexión que había desde la tarde, comieron, bebieron un par de copas, y quedaron de seguir saliendo para conocerse mejor. Él la llevó a la casa y un beso selló la noche.
Volvió otra vez a su contexto, aun estaba en el parque, el celular en la mano, el auricular en el oído, al otro lado escuchó.
-¿JuanSe?
-Si.- Respondió él.
-Mira, soy Uvita, no voy a poder ir al parque hoy, estoy muy cansada y solo quiero dormir, dejémoslo para después.
-Listo, no hay problema.
-Un beso, que te vaya bien.
-Lo mismo.
Colgó el teléfono, miró el reloj, eran las diez y ocho minutos, sonrió, bebió del coctel y siguió escribiendo.
eee q py de final mero giropero estvu bnisimosegui asì juanse.exitos!!!daniel segura
:/Me sucede taaaaanto!!!
Pero…pregunto…las dos niñas…no son la misma???Vuelo demasiado???Un beso de doble personalidaddddd!!!!!!!!!!!!!
Eyyyyyyyyyyyyyyyyy!!!!!!!!! pense de todo en la vida menos que pasará esoooo..pero excelenteee!!
Hay cosas que tenemos armados como si fuera un rompe cabezas ya finalizado, pero no existe la linealidad y el factor sorpresa aparece cuando recibes una llamada. Un abrazo juanse
Ey yo estoy como rayuela….!!!No son la misma?Me gustó sí…espero más!
No sé como pudo pasar! Me perdí esta entrada!Por ahora paso a decirte que tenés algo en mi blog! Despues vuelvo y teleo(alrevés)=)
Y quién no ha esperado una llamada, todo el día pendiente del teléfono. La muchacha se hace rogar…seguiremos a la espera.Excelente.Un gran beso Juanse.
Teléfono y mariposas en el estómago… a veces puede ser la combinación perfecta y otras la más desastroza. Me gustó ese giro al final… soñar despierto?