Amor eterno

A mi media naranja

Desde el momento en que nací me dijeron que iba a estar atado para siempre a ella, y asi fue, siempre viví a su lado, preocupándome por su bienestar, por su comodidad y por la tranquilidad y alegría con que realizaba sus labores.

Cada semana nos entrelazábamos, ella con su piel suave se aferraba a mi cuerpo con su olor a flores o a limón, dependiendo de su estado de ánimo. Me hacía perder.

Cada delirio con su olor, cada susurro de su voz y cada sueño que me contaba, eran mi razón de ser, hacerla feliz, verla sonreír.

Poco a poco fuimos envejeciendo, seguía ahí, constante, feliz; al menos eso reflejaba su sonrisa. Aun nos entrelazábamos, pero ya no teníamos la misma fuerza, éramos débiles, pero seguíamos haciendo nuestra labor como nos lo habían encomendado desde el principio.

Un día, luego de que el tiempo entrelazados fuera cada vez más, nos llevaron a un paseo, allí, después de tres días de estadía, vimos nuestra oportunidad.

Ella se paró al lado mío, me miró, sonrió con su sonrisa sincera, bella, anciana. Esa que me enamoró desde el primer día.

Me envió un beso con el aire, luego, respiró profundo.

Nuestro jefe se había vestido, se había echado talco y ya seguíamos nosotros para cumplir nuestra labor. La tomó primero a ella, la abrió al máximo, la olió, aun olía a limón, así como a mi me gustaba, empezó a introducir su pie y ella, tan vieja, tan delicada, tan sensible, sintió como poco a poco sus hilos se fueron abriendo y su cuerpo se fue rompiendo, dejando a mi vista y como recuerdo de vida, ese “Calcetines Galax” que llevaba tatuado en su piel y que desde ese día, no volvería a ver.

Foto: http://i33.tinypic.com/21adee0.jpg

3 comentarios

  1. Es una historia linda, un piensa, como se te ocurre, pero a veces especificas las cosas como para asegurarte de q el lector se de cuenta de que estas hablando de unas medias, a mi me parece mas chevere que ese tipo de detalles se dejen implicitos, con el dibujo y la descripcion del daño uno se lo imaginaba, lo de medias galax le quita el toque romanticon…

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *